Fútbol 11 Masculino 23 de Abril de 2019
Roberto Vega: “El fútbol es mi gran pasión”
El Cholo tomó la posta tras el alejamiento temporario de Raúl Cardozo y se ilusiona con realizar una buena campaña con el conjunto de la UNLaM. “El nivel acá es excelente, tanto en el juego como con las comodidades que contamos para desarrollar la actividad”, asegura.
“Bueno, muchachos, estamos ante el comienzo de un nuevo campeonato y ya saben lo que tienen que hacer adentro de la cancha. Lo que les voy a pedir es que disfruten, con responsabilidad y compromiso, y confíen en ustedes”. Palabras más, palabras menos, eso fue lo que les dijo Roberto Vega a los jugadores del equipo de Primera de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) minutos antes del debut en el torneo apertura de la Asociación de Fútbol Amateur (AIFA).
El Cholo se desempeña como entrenador del grupo desde que Raúl Cardozo asumió como DT de Almirante Brown a comienzos de marzo. “Con el Pacha, Gabriel Vukoja y Marcelo Rossi, conformamos un grupo de trabajo y, por esta circunstancia, nos toca estar al frente del grupo principal, pero con la misma alegría y responsabilidad de siempre”, cuenta quien ya lleva siete años trabajando en la UNLaM.
“La cuestión es que uno exprese lo que quiere y que el jugador te entienda y te crea. Tenés que estar convencido de lo que decís”, comentó el DT.
En la presentación, el Verde ganó 2-1 frente a Defensores de Hurlingham y, luego, en las citas siguientes, igualó 1-1 con Libertador y UBA, por lo que se mantiene invicto y como uno de los animadores del certamen.
El año pasado, pelearon para mantenerse en la categoría y, en esta temporada, tuvieron un buen arranque. El conocerse hizo el proceso más fácil, ¿no?
Sí, con los chicos ya nos conocemos y hay un afecto. Pero, a la hora de formar un equipo, el corazón queda a un lado y uno trata de ser lo más objetivo posible. Se han incorporado chicos y es parte del salto de calidad, o de jerarquía, que pretendemos dar todos los años. Tenemos un plantel más numeroso y, en algunos puestos, hemos ganado en calidad. Y queremos que todos los que lleguen vengan a sumar. Lo que uno puede aportar como técnico es tratar de mejorarlos día a día. Para eso, está la confianza que cada jugador te tenga, como para que ese camino sea más fácil.
Antes del primer partido, más allá de repasar lo futbolístico, les remarcaste que confíen en ellos. Además de DT, tenés que hacer de psicólogo...
A lo futbolístico, uno lo hace y lo conversa en la semana; el equipo está definido antes de cada partido. Lo que creo es que el fútbol tiene un componente anímico muy importante. Es un estado de ánimo. Las grandes campañas se dan por los buenos grupos, y, cuando el estado de ánimo es bueno, explota la capacidad individual de cada jugador y eso se traslada a lo colectivo.
¿Qué objetivos se trazaron para este campeonato?
Cuando se inicia un torneo, todos los equipos tienen el mismo objetivo, que es pelear el campeonato. Una vez que se desarrolla la competencia, cada conjunto tiene necesidades, urgencias y metas diferentes. En nuestro caso, el objetivo está puesto en superar la campaña del año pasado. Obviamente, tenemos la esperanza de salir campeones, pero eso se va viendo con el correr de las fechas. Por eso, hablamos del estado de ánimo.
¿Qué va a tener de distinto tu equipo del que dirigía el Pacha?
Cada uno tiene su impronta, pero los dos queremos ganar. Hay diferentes maneras para hacerlo, pero son los mismos jugadores; alguno puede variar alguna posición, pero coincidimos bastante. El fútbol es uno solo y hay distintos caminos para llegar al éxito, y lo que uno tiene que hacer es analizar los distintos elementos con los que cuenta para alcanzarlo. Eso está en la capacidad del entrenador.
¿Cuál es el nivel del equipo de la UNLaM?
El fútbol se ha profesionalizado sin ser profesional, en la metodología de trabajo. Un equipo de Primera D trabaja casi de la misma manera que uno de Primera. Lo que cambia es la cantidad de recursos y de tiempo. Acá, los pibes vienen a entrenarse después de ocho horas de laburo; quizás, mal comidos, o tienen que ir a cursar. Esas cosas se contemplan. Pero el nivel es excelente, tanto en el juego como en las comodidades con que contamos para desarrollar la actividad; desde las instalaciones y elementos de trabajo, que muchos clubes no los tienen, hasta el capital humano. Es un placer desempeñarse en la Universidad.
Vos trabajaste en equipos de Primera División. ¿Varía mucho el trabajo en el ámbito universitario con respecto al de un club?
En Primera, uno sabe que los jugadores vienen con un repertorio sabido; acá, no, porque, por ahí, te viene un chico de 16 años que todavía no vivió todo lo que es esto. Entonces, me encanta hacer esa parte de docencia con los chicos. Amo lo que hago, el fútbol es mi gran pasión, y, por eso, lo hago de la misma manera acá o en un club de Primera. Lo que hace el técnico es administrar egos, pero, dejando las cosas en claro, todo es más fácil. La cuestión es que uno exprese lo que quiere y que el jugador te entienda y te crea. Tenés que estar convencido de lo que decís.
Cholo de Primera
Roberto Vega nació el 6 de marzo de 1959 en CABA y realizó todas las Divisiones Inferiores, como volante, en Nueva Chicago, club con el que debutó en Primera y ascendió a Primera A en 1981. En la máxima división jugó 67 partidos, entre 1982 y 1983, y marcó siete goles. Luego pasó por Colombia, Temperley, Defensa y Justicia, Morón y Platense. Como DT, trabajó en las Inferiores de Chicago y, en 2001, en dupla con Jorge Traverso, dirigió al plantel que ascendió a Primera. Es uno de los grandes ídolos históricos del club de Mataderos.